Entradas

Finales V: Geometría en el final, David Antón-Sabrina Vega, Cto España Linares 2021

Imagen
    Cuando seguía esta interesantísima partida en directo a través de internet, pensé que Sabrina, que juega con negras, conseguiría las tablas. Creí que el blanco no tenía más remedio que llevar su torre a c1 para, tras la coronación del peón de a2, sacrificar su torre y llegar a un final elemental de tablas. Incluso, podría suceder que el blanco diese jaque en b7 y tras Rc6 capturara la torre negra con el rey. Al coronar dama, el final de dama contra dos torres sería también tablas.     Fue entonces cuando el comentarista indicó que había una maniobra ganadora del blanco, basada en un tema geométrico del tablero. Me sorprendió, pero existe. La idea es que tras  76.Tb7, Rc6 77.Ta7 Se llega a la siguiente posición:     En la que el negro parece tener dos opciones, tomar la torre blanca o coronar. Lo cierto es que ninguna de las dos funciona. La primera, tomar la torre, es evidente que pierde, pues el blanco retoma en a7 y el peón de a2 cae y con él la partida.     La segunda, coronar,

La estrategia del riesgo VII: Apariciones Marianas, tercera parte o como huir de las tablas.

Imagen
      Allá por 2006, jugábamos un encuentro del Interclubs muy igualado. En el momento que señala el diagrama, mi equipo perdía y las tablas eran un mal resultado. Yo llevaba negras, me tocaba jugar, y mi rival, del que no voy a decir el nombre pues falleció hace un tiempo y no me parece correcto hacerlo, estaba comenzando a jugar con cierta displicencia, convencido de que la posición eran tablas inevitables. No le faltaba razón, pero perder la concentración suele llevar a problemas.      Si en este momento juego Rf8, el empate no debería tardar en firmarse, así que, viendo las necesidades del equipo, trato de liar la cosa.     38....g5? Objetivamente, mala. Muy mala, incluso. A partir de aquí, para ser sinceros, debería perder, pero también es cierto que el rey blanco está hecho un lío entre peones propios y ajenos, que la dama blanca está algo lejos para ayudarlo y que la indolencia de mi rival le puede crear algún dolor de cabeza que otro.     Tras varias jugadas, llegamos a la sigu

La estrategia del riesgo VI: Thomas-Vieito, 2019. Apariciones Marianas, segunda parte.

Imagen
 Os recuerdo que bajo el título "La estrategia del riesgo", que es el de uno de mis libros de ajedrez favoritos, obra de Eduard Gufeld sobre la figura del gran Leonid Stein, os presento algunas de mis partidas. El subtítulo "Apariciones Marianas" es cuando la partida acaba bien para mí después de tenerla perdida, con la intercesión de la Virgen María y de todos los santos. En esas, os muestro la siguiente posición:     Llevo negras. Yo debería acabar perdiendo esta partida, ya que mi estructura de peones del flanco de dama es casi indefendible, y mi peón pasado, g7, esta muy retrasado y no es suficiente el contrajuego que pueda crear con él para intentar defenderme. Además, el rey blanco es mucho más activo que el mío.      Mi rival, en lugar de jugar 40.Te7, que es demoledora por las amenazas Ta7 y Ce6, se obceca en el peón de d5, y juega 40.Td6     Y puede parecer mentira, pero casi toda la ventaja blanca se ha esfumado. Hay que encontrar la jugada precisa para vo

Finales IV: De la teoría a la práctica en los finales de torre. Saavedra y Svidler.

Imagen
     Cuando estudiamos ajedrez, muchas veces nos preguntamos por las posibilidades prácticas de aplicar en una partida aquello que trabajamos en casa. La realidad es que, aunque ciertas posiciones no se produzcan jamás en una partida, el aprender a manejarlas nos educa a la hora de percibir los matices de posiciones parecidas, o donde intervienen las mismas piezas o estructuras que las entrenadas. Un ejemplo es el mate de alfil y caballo contra rey: las posibilidades de que se produzca son muy bajas, yo jamás lo he tenido que jugar, pero aprender a dar ese mate es muy instructivo para entender la coordinación entre alfil y caballo (y rey). La posición que os propongo hoy es un célebre estudio del clérigo español Saavedra. Hay cierta controversia acerca de su autoría, pero no voy a entrar en ese debate, innecesario para lo que nos ocupa.     El problema es un caso de peón contra torre, en el que la torre no puede evitar que el peón corone. La técnica del blanco para impedir que la torre

Finales III: Táctica en los finales, Voitsekhovsky-Sandler, 1982.

Imagen
    En la posición del diagrama es el turno de las negras, aunque antes de hablar de jugadas concretas, comenzaremos por valorar un tanto el final que se nos presenta.      El negro tiene peón de más, lo que dado lo escaso del material restante sobre el tablero, tiene bastante importancia. El rey blanco está encerrado por las piezas y peones negros, por lo que podría ser objeto de alguna red de mate, mientras que el monarca negro no puede ayudar a sus piezas, ya que está muy alejado de donde ocurre lo importante.     Los peones negros están muy avanzados, y si bien el de g3 está bloqueado, el de e3 es un peón libre y es un peligro grave para el blanco, pues podría coronar rápidamente.      La torre negra está agresivamente colocada en la séptima fila (segunda de las blancas). Como contrapartida, el negro tiene su torre y su alfil atacados.     Resumiendo: el negro parece tener ventaja gracias a los elementos que hemos comentado, aunque tiene un problema dinámico al estar sus piezas ata

Mi biblioteca I: Gelfand y su toma de decisiones en el ajedrez posicional.

Imagen
Cuando compro un libro de ajedrez, lo que espero de él, sobre todo, es que me enseñe algo que me permita mejorar la comprensión del juego. Sea un libro técnico, sea una selección de partidas, para que se gane m interés, es imprescindible que sus comentarios me ayuden a entender mejor este difícil arte del ajedrez. Hace unos meses, no muchos, llegó a mis manos "La toma de decisiones en el ajedrez posicional". A priori, tenía a su favor que el autor, Boris Gelfand tomaba como base de su formación al gran Akiba Rubinstein, que, junto con Paul Keres, es mi jugador favorito. Reconozco que también tenía cierto miedo al estilo excesivamente analítico, de larguísimas variantes sin demasiadas explicaciones, de Gelfand, algo que dejó patente en su libro de mejores partidas, aún no publicado en castellano. Este temor se disipó nada más abrir el libro, pues era evidente que toda variante era apoyada por una explicación suficiente y clara, algo que me animó a atacar su lectura con op

Obituario: Fernando Cazorla Albeza

Imagen
(Fotografía de Sergio Martínez Torres) Esta Semana Santa estuve unos días en España. Tuve ocasión de jugar el Open Internacional de La Roda, después de cuatro años sin jugar en mi país. De regreso a Novelda, me encontré con una noticia dolorosísima, el fallecimiento de Fernando Cazorla Albeza. Nos unían muchas cosas, la primera el ajedrez. Él era unos años mayor que yo, así que cuando empecé a jugar, Fernando ya era un joven muy fuerte sobre el tablero y, junto a Vicente Díez y Javier Antón, discutía la primacía local a los insignes veteranos del Club Ajedrez Casino de Novelda, Francisco Pérez, Wigberto Rizo y Antonio Alberola, entre otros.     Era difícil verlo sin la camisa arremangada y barba de pocos días, antes de que fuera una moda, era el hombre tranquilo del tablero, aunque los nervios fueran por dentro y le costaran más de un disgusto con sus uñas arrasadas. No era yo el único que pensaba que Fernando fue el mayor talento ajedrecístico que dio nuestra ciudad hasta la ap