Finales IV: De la teoría a la práctica en los finales de torre. Saavedra y Svidler.

     Cuando estudiamos ajedrez, muchas veces nos preguntamos por las posibilidades prácticas de aplicar en una partida aquello que trabajamos en casa. La realidad es que, aunque ciertas posiciones no se produzcan jamás en una partida, el aprender a manejarlas nos educa a la hora de percibir los matices de posiciones parecidas, o donde intervienen las mismas piezas o estructuras que las entrenadas. Un ejemplo es el mate de alfil y caballo contra rey: las posibilidades de que se produzca son muy bajas, yo jamás lo he tenido que jugar, pero aprender a dar ese mate es muy instructivo para entender la coordinación entre alfil y caballo (y rey).

La posición que os propongo hoy es un célebre estudio del clérigo español Saavedra. Hay cierta controversia acerca de su autoría, pero no voy a entrar en ese debate, innecesario para lo que nos ocupa.

    El problema es un caso de peón contra torre, en el que la torre no puede evitar que el peón corone. La técnica del blanco para impedir que la torre controle la promoción es muy didáctica. En la posición del diagrama juega el blanco. Si jugase el negro está claro que Td6 permite sacrificar la torre por el peón y la partida sería tablas. Veamos la técnica correcta.

1.c7, Td6 2.Rb5 !

   El rey se aleja de su peón. ¿Por qué? Porque mantenerse cerca permitiría el sacrificio de la torre y la partida sería tablas. Un ejemplo: si el blanco jugase 2.Rc5, el negro jugaría 2....Td1, y nada impediría que la torre fuese a c1 capturando el peón, o la dama si éste ya hubiese coronado. Los dos diagramas siguientes ilustran la idea de la defensa negra.

                                                  
                                           

    Sigamos con la posición principal. 

2. ..., Td5 3.Rb4, Td4 4. Rb3, Td3

    Todo ha ido siguiendo el protocolo de la primera jugada, el rey se niega a ir a la columna c, columna donde está el peón, para evitar que la torre pueda ir a d1 y posteriormente a c1, perdiendo el peón. Veamos la posición en un diagrama.


  Ahora es el momento justo para ir a la columna c. La torre ya no tiene espacio para ir a d1-c1 y no podrá amenazar la vida del peón de c7.

5.Rc2

  Puede parecer que la tarea ya está hecha y que llegaremos a un final de dama contra torre que el negro tendría perdido, pero hay un detalle táctico que el blanco no puede pasar por alto. Veamos qué juega el negro.

5....Td4 !

    ¿En qué consiste la amenaza de esta jugada? En que si el blanco corona dama, el negro jugará Tc4, con tablas por rey ahogado. (6.c8=D, Tc4 !! 7.Dc4 y el rey negro está ahogado, con tablas)


Posición de ahogado.

    Pero el blanco tiene un recurso ganador, gracias a la diferencia de actividad entre su rey y el del rival, y de la mala posición de la torre negra, que está demasiado cerca del rey blanco, permitiéndole atacarla. Volvamos a la posición antes de la coronación del peón.



6.c8 =T

    El blanco corona torre, y ahora el sacrificio en c4 no sirve. El problema para el negro es que tiene que defender el mate en a8, y sólo puede hacerlo jugando su torre a a4, lo que permite Rb3, que amenaza la torre y mate en c1 al mismo tiempo, perdiendo inevitablemente la partida.

6....Ta4 7.Rb3 1-0


Posición final. El blanco gana.

    ¿Esta aparentemente rebuscada posición puede darse en la práctica real? Quizás nunca, pero sí que es cierto que en finales más complejos, la técnica que nos ilustra Saavedra puede sernos de utilidad. Como le fue a Peter Svidler contra Veselin Topalov en el torneo de Linares Morelia del año 2006. Veamos la posición.


    Por supuesto, al estar el rey blanco en jaque, le toca jugar al primer jugador. Me podréis decir que esta posición no tiene nada que ver con la de Saavedra, pero nada más lejos. Svidler conoce la técnica del estudio anterior, y sin temer la pérdida de su torre, va a capturar el peón de g6 del negro. Veamos la secuencia.

50.Rg5, Th5 51.Rg6 !!


    Svidler "pasa" olímpicamente de su torre de e5 y confía en la peligrosidad de su peón de f6, cercano a coronar. Topalov no tiene más remedio que capturar.

51....Te5 52.f7

    Si quitamos los peones del flanco de dama, la posición nos recuerda a la del estudio anterior. Los jaques de torre no consiguen defender la coronación del peón f.

52...., Te6 53. Rg5, Te5 54.Rg4, Te4 55. Rg3, Te3 56 Rf2



    Y la torre tiene que emigrar, coronando el blanco su peón. Topalov trató de complicar el juego en el flanco de dama con 56....a3, pero Svidler ganó fácilmente.

    Un ejemplo muy instructivo de como el estudio casero nos puede ayudar a ganar partidas.

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