Yo juego para ganar I: Bent Larsen vuelve junto a Fischer

Como nos engañaste, Bent. Con esa imagen que vendías de jugador superficial, arrogante y descarado. Que predecías tus propios resultados con un optimismo rayano en lo cómico. Conseguiste que muchos no te tomaran en serio. Los insensatos, claro. Fischer te respetaba muchísimo. Botvinnik también. Incluso el traductor de Mis Geniales Precedesores IV te confunde con Lasker al transcribir tu nombre, otorgándote una corona que no ostentaste y sí mereciste.
Dos derrotas te marcaron a los ojos de la mayoría de ajedrecistas: el 6-0 que sufriste a manos de Bobby en Denver (y eso que ibas advertido con el otro set que le endosó al pobre Mark) y la miniatura que te había colocado Spassky en Belgrado un año antes. Qué injusto.

Pero muchos no tenemos en cuenta estos deslices. Es más, valoramos tu capacidad de reponerte de ellos, y seguir jugando a ganar. En este blog de Reyes sin corona, caben pocos: Rubinstein, Keres, Korchnoi, Stein y ahora tú.



Agradecemos tu magisterio, ese del que no presumías y que, como pocos, ofreciste honestamente en tus libros dirigidos a los entusiastas de este juego. El match Karpov-Korchnoi de 1978 fue uno de ellos. "Yo juego para ganar", ahora reeditado como "Todas las piezas atacan" por la editorial Chessy (www.editorialchessy.com), es ya un clásico moderno, que todo jugador que se precie debe leer, por el estilo ameno y didáctico del gran campeón danés.
(Ver enlace http://tiendachessy.com/tienda/catalog/product_ info.php?products_id=46)

Pero hay uno que sobresale a los demás. "Las jugadas maestras en el ajedrez". Pasados los 40 años, no es fácil aprender. De ese librito saqué más conclusiones que de ningún otro. Mis alumnos se aprovechan de él, pues lo trabajamos horas y horas. Táctica, Estrategia, Planes, Finales. No olvidaste nada. Todo explicado con sencillez y rigor.

Todos, absolutamente todos los días desde que llegó a mis manos, recomendado por el MI francés David Marciano en el chat de Europe Echecs, donde tantas partidas comentaste, estudio al menos una posición. Decenas de veces. Ida y vuelta. Cada vez descubriendo algo nuevo. Aprendiendo a pesar de la edad, los defectos adquiridos y la vitola de eterna promesa que otro MI, muy querido por mi, me acuñó.

Gracias, Bent. Bienvenido a este humilde blog, que capitanea el Gran Akiba. Seguro que por los reinos de Caissa, ya andais enfrentando su temible concepción estratégica, a tu audaz visión hipermoderna. Mientras, Nimzowitch hablará maravillas de su alumno más aventajado. Bent Larsen. Descansa en paz.

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